Traumatología

Mi mascota está cojita….

En un abrir y cerrar de ojos, tu mascota ha empezado a cojear. Este tipo de comportamiento puede ser alarmante para cualquier dueño, y es crucial entender las posibles causas para poder actuar de manera adecuada.

¿Cómo llegamos al diagnóstico?

El traumatólogo examinará a tu mascota a través de un examen clínico ortopédico que se realiza para evaluar el sistema musculoesquelético y detectar posibles dolores e inestabilidades.

Historia clínica:

Se recoge información sobre el inicio de la cojera, su progresión, actividad del perro y posibles traumas.

Inspección visual:

Se observa al perro en reposo y en movimiento, buscando anomalías en la postura y el patrón de la marcha.

Manipulación:

Las articulaciones se movilizan pasivamente para detectar limitaciones en el rango de movimiento, crepitación o dolor.

Pruebas ortopédicas específicas:

 Dependiendo de la localización del problema, se realizan pruebas como la prueba de cajón para la rodilla o la prueba de Ortolani para la displasia de cadera.

Historia clínica:

Se recoge información sobre el inicio de la cojera, su progresión, actividad del perro y posibles traumas.

Inspección visual:

Se observa al perro en reposo y en movimiento, buscando anomalías en la postura y el patrón de la marcha.

Manipulación:

Las articulaciones se movilizan pasivamente para detectar limitaciones en el rango de movimiento, crepitación o dolor.

Pruebas ortopédicas específicas:

Dependiendo de la localización del problema, se realizan pruebas como la prueba de cajón para la rodilla o la prueba de Ortolani para la displasia de cadera. 

Este examen es crucial para identificar la causa de la cojera, dolor o deformidad y determinar un plan de tratamiento adecuado. En la mayoría de los casos es suficiente para llegar a diagnóstico.

EXÁMENES COMPLEMENTARIOS

Si es necesario y para ser más específico, el médico puede pedir exámenes complementarios como:

  • Radiografías
  • Ecografías
  • Tomografías
  • Resonancia Magnética
  • Otros